NIVEL DEL SISTEMA CHINGAZA NO AUMENTA: SE QUEDÓ EN 43% Y PREOCUPA A BOGOTÁ

Ante la situación, la CAR emitió una alerta por el estado crítico de los embalses.

El nivel de los embalses que abastecen de agua a Bogotá sigue en descenso, generando preocupación en medio de la polémica entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde Carlos Fernando Galán, sobre la escasez y el racionamiento de agua en la capital colombiana.

Según la alcaldía de Bogotá, el consumo de agua de los ciudadanos el 22 de octubre alcanzó 15,75 m³/s, mientras que el nivel de los embalses del Sistema Chingaza se sitúa en un alarmante 43,81%.

 

Ante esta situación, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) emitió una alerta sobre el estado crítico de los embalses en su jurisdicción.

Aunque recientes lluvias en algunas áreas urbanas de Bogotá y municipios cercanos han sido reportadas, las microcuencas y zonas adyacentes a los embalses no han recibido precipitaciones suficientes para aumentar significativamente sus niveles de almacenamiento.

La controversia sobre el abastecimiento de agua se intensificó tras las declaraciones de Petro, quien advirtió que podría haber una crisis hídrica total en marzo de 2025. El presidente señaló que los embalses podrían llegar a niveles críticos, incluso alcanzando cero.

Sin embargo, el alcalde Galán desestimó estas afirmaciones, asegurando que Bogotá no enfrentará un desabastecimiento total y que se están tomando medidas efectivas para garantizar el suministro de agua.

Galán calificó las declaraciones del presidente como “falsas” y destacó que “ni el Sistema Chingaza ni Bogotá se van a quedar sin agua de acá a marzo”. El alcalde subrayó que, incluso en el improbable caso de que no lloviera en Chingaza hasta esa fecha, la ciudad contaría con los recursos necesarios para evitar una crisis de agua.

Seamos responsables, no es con pánico que vamos a resolver esto: es con trabajo serio y conjunto”, afirmó Galán, resaltando que la gestión del agua en Bogotá se ha realizado con bases técnicas sólidas y en colaboración con expertos en la materia.

Por su parte, octubre de 2024 presentó precipitaciones un 50% menores en comparación con el mismo mes del año pasado, lo que agrava aún más la situación. A pesar de algunos aguaceros, la región andina no ha alcanzado el promedio histórico de lluvias para esta época, dificultando la recarga de los embalses. 

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) advirtió que será necesario que las lluvias superen los registros históricos para que los embalses puedan aumentar significativamente su capacidad.